Cuando comienzas a dedicarte en cuerpo y en alma a esa persona, le
das tu tiempo, tu cariño, le llenas de momentos, le abres un gran espacio en tu
corazón, le enseñas tu debilidades, lo que crees justo y lo que no. Dejas que
esa persona se adueñe de ti y comienzas a sentir que ante su ausencia te
perderías. Haces lo imposible
para que esa persona sea feliz, hasta te olvidas de tu felicidad propia,
permites que esa persona te dañe emocionalmente y aun así te das el lujo de pensar que es lo
mejor que te pudo pasar y que es el dueño de tu universo. Comienzas a crear el
mundo perfecto para ambos, una casa propia, un buen vehículo, crecer juntos en
el ámbito profesional, tener hijos... Y no te detienes a pensar si esa persona
desea lo mismo que tú deseas. Llegas a un punto que te quedas sin autoestima, sin orgullo ni dignidad porque prefieres perder todo que perderlo a él.
Todo se convierte en un círculo vicioso, te haces la ingenua, ves lo que hace y
te haces la ciega, vas alejándote de tus amigos, de tu ambiente, de lo que te
gusta, solo para complacerlo a él y hasta dejas que el haga todo lo que él te
prohibió hacer sólo porque crees que su compañía es más importante que la de
cualquier otro.
Y así te vas convirtiendo en nadie, en una poquita cosa y él se va dando
cuenta. Ya él no quiere a esa persona insípida en la que te convirtió, quiere a
una persona alegre, que lo saque de su casilla con las locuras que se le
inventa, alguien que sea de momento, vivaz, él no quiere a un robot, no quiere
a alguien que no tenga vida propia, que no tenga amigos, no quiere alguien que
lo atosigue. Él quiere otra TU, él quiere esa persona que lo enamoró en un
primer momento, la chica que tenía una personalidad burbujeante, esa que lo
dejaba sin palabras y le sacaba sonrisas con tan solo mirarla, él quiere a esa
chica que tenía voz propia y tenía su carácter y se lo hacía ver, él no quiere
la sumisa en la que te convertiste porque le pareces aburrida y tonta.
Es ahí donde tienes que sentarte y analizarte y pensar si quieres seguir fingiendo y entrándote en la cabeza que eres feliz siendo de esa manera, pensando que si él no está contigo tu vida no será igual, diciendo que nadie más te va a querer y no te hará sentir de la manera en como él te hacía sentir. Todo eso es mentira, es mejor respirar tranquila, tener una conciencia y corazón en paz y el no tener que fingir ser alguien que no eres te brindara todo la satisfacción que creías sentir al lado de esa persona.
Es ahí donde tienes que sentarte y analizarte y pensar si quieres seguir fingiendo y entrándote en la cabeza que eres feliz siendo de esa manera, pensando que si él no está contigo tu vida no será igual, diciendo que nadie más te va a querer y no te hará sentir de la manera en como él te hacía sentir. Todo eso es mentira, es mejor respirar tranquila, tener una conciencia y corazón en paz y el no tener que fingir ser alguien que no eres te brindara todo la satisfacción que creías sentir al lado de esa persona.
